Reglas: Fusión y División de Casas

Como se explica aquí, por diversos caminos puede ocurrir que unas Casas se fusionen o se dividan. Para hallar las estadísticas finales de la nueva o nuevas Casas se siguen las siguientes reglas:

En el caso de fusiones:
-Defensa: se aplica la del castillo donde se vayan a establecer los habitantes de la nueva Casa final. La otra defensa queda como bono a la defensa en la provincia original.
-Influencia: la Casa final tiene la influencia más alta de las dos, más 1 punto por cada 10 que tuviese la otra.
-Tierras: la Casa final tiene la suma de ambas tierras, que deben transformarse en dos provincias distintas que mantengan las características que tenían por separado. A partir de aquí, la ganancia o pérdida de tierras se aplicará a ambas provincias según la Casa final lo decida.
-Leyes: la Casa final tiene unas leyes igual a la media de ambas Casas - 10, para representar las dificultades de controlar más territorio y los problemas de lealtad y demás de la parte asimilada.
-Población: la Casa final tiene una población igual a la más alta de las dos + 1 por cada 3 puntos de población que tuviese la menor.
-Poder: la Casa final tiene un poder igual a la más alta de las dos + 1 por cada 2 puntos que tuviese la menor. Estos puntos deben emplearse de modo que reflejen lo mejor posible la composición del ejército original de la otra Casa.
-Riqueza: la Casa final tiene una riqueza igual a la más alta de las dos, +1 por cada 2 puntos que tuviese la menor. Estos deben ser gastados en edificios que poseyese la otra, y estarán situados en la provincia menor.

En el caso de fragmentación de Casas, debe notarse que esto sólo puede ocurrir en caso de que la Casa original poseyese más de una provincia en sus tierras, sino ambas partes deberán luchar hasta la muerte:
-Defensa: la parte de la Casa que se quedase en el castillo se queda con toda la defensa que corresponda al mismo. En caso de que hubiese edificaciones diferentes a mayores, estas serán repartidas en base a cómo se haya solucionado el conflicto.
-Influencia: ambas Casas tienen la influencia original -10, lo cual puede moverlas a la complicada situación de encontrarse por debajo del status de influencia que corresponde a su título, lo cual podría derivar en su reducción de rango, más guerras, y otros conflictos. En caso de que la división haya sido voluntaria, la pérdida será sólo de 5 puntos.
-Tierras: cada una de las partes se queda con una o más de las provincias de la Casa original, con sus posesiones correspondientes en base a cómo se haya resuelto la situación.
-Leyes: ambas partes tienen unas leyes igual a la original dividida a la mitad. En caso de que la división fuese voluntaria, en lugar de perder leyes se ganan 10 puntos para representar que es más fácil gobernar un territorio más pequeño.
-Población: cada parte tiene 2/3 de la población de la Casa original (esto no representa que surja nueva población, sino que el indicador de población no avanza lineal sino exponencialmente).
-Poder: cada parte se queda con una cantidad de Poder correspondiente a los regimientos que la hayan acompañado. En caso de que los regimientos se dividiesen, el total del regimiento irá con la parte que tuviese a la mayor parte del mismo de su lado. Y en caso de una separación voluntaria, se reparten según se decidiese durante la división.
-Riqueza: cada parte se queda con la mitad de la riqueza de la Casa, que deberá ser gastada en los edificios que la Casa original poseyese. En caso de una división voluntaria, lo que se hace es repartir directamente los edificios originales entre ambas partes.
En caso de que sobren puntos (por ejemplo, porque la Casa tuviese una Defensa de 23 y un castillo de 20), todos los puntos sobrantes se pierden. Y todas las divisiones se redondean hacia abajo.