viernes, 3 de febrero de 2017

Condado: Zaragoza

Gobernado por la Casa Jordán de Urriés, el Condado de Zaragoza incluye tierras que jamás cayeron en manos de los musulmanes, y familias que trazan sus ancestros hasta tiempos de los Godos. Al norte linda con el Mar Cantábrico, el Reino de Francia y unos amplios territorios que pertenecen a la Orden del Císter; al este, siguiendo al Ebro, linda con el Condado de Huesca y el Condado de Lérida, justo bajo el cual se extienden ya las tierras de los Olivares. Al oeste linda con las tierras de los Alarcón, tanto con el Condado de Pamplona como con el propio Ducado de esa Casa. Son tierras muy variadas que incluyen fértiles valles regados por el Ebro, así como abruptas montañas tanto del Sistema Pirenaico al norte como del Sistema Ibérico al sur. Las calzadas romanas en muchos tramos se encuentran muy dañadas y faltas de reparaciones, pero eso no quita que las tierras se muestren orgullosas de su legado y de quienes las poseen en la actualidad y en el pasado.

La Casa Jordán de Urriés:
La Casa Condal es dueña de estas tierras desde que abandonaron sus posesiones originales en el norte, al poco de comenzar la Reconquista. El cambio sin duda fue a mejor, abandonando tierras abruptas en los Pirineos por el control de un castillo grande que vigila la poderosa ciudad de Zaragoza, cruce de caminos y comercio entre los Alarcón y los Cruilles. El castillo, la Vigilia de la Viuda, ha sido reconstruido muchas veces, la última tras un terremoto hace doscientos años, lo cual hace que convivan numerosos estilos arquitectónicos. Pero lo que realmente importa es la ciudad, lugar de comercio y conocimiento, donde toda suerte de caballeros se cruzan en ella, incluso aquellos que vienen de Francia siguiendo el Camino de Santiago y buscan una buena ciudad donde descansar. El Obispo que oficia en la catedral es un hombre muy mayor llamado Federico de Borgoña, cuya mente raramente es capaz de recordar nada que haya pasado hace menos de unos minutos, pero jamás olvida los cantos ni salmos ni el momento en que debe subir al púlpito.

La Casa Jordán de Urriés es una casa antigua y poderosa, capaz de capitanear numerosos recursos y reclamar favores antiguos que les son debidos. Pero su orgullo no limita su capacidad de acción, con recursos hábiles y tretas bien planeadas para asegurarse de que su poderío comercial tiene pocos rivales entre los señores que no tienen acceso al mar. Su Señor, Marcelino Jordán de Urriés se acerca a la cincuentena, pero su mente sigue siendo igual de lúcida que siempre, preocupada actualmente por los insistentes rumores de que su hija menor es un tanto... "fácil", lo cual le da muchos problemas a su nuero.


La Casa Jordán de Urriés se halla enemistada con la Casa Casteldragó, y no cuenta con ninguna alianza sólida.

La Casa Valero:
Situada en la costa del Cantábrico, sus tierras montañosas y marinas tienen poco valor. Era el hogar original de la Casa Jordán de Urriés, pero lo abandonaron tan pronto pudieron, dejando a unos vasallos menores al cargo de estas tierras. Sus puertos son los únicos del Condado, sin embargo, lo cual sigue abriendo puerta al comercio, aunque buena parte del mismo intenta evitar estas tierras para evitar a su Señor. Su pequeño castillo está lleno de leyendas oscuras y malvadas y quien puede trata de evitarlo.

La Casa solía ser valiente y orgullosa de su pasado, pero actualmente se encuentra en un declive muy acentuado bajo un liderazgo incapaz de controlarla. Su Señor, Manrique Valero es un hombre violento e iracundo, que tiró a su esposa de la torre más alta hasta el mar por descubrir que le era infiel; sus medidas a menudo son irracionales y volubles, y raramente son previsibles, lo cual ha auyentado a todo el que puede evitar sus tierras.

La Casa Valero se encuentra aliada con la Casa Borgoña y ha sido territorio de numerosos enfrentamientos con caballeros franceses.

La Casa Fadrique:
estas tierras se cuentan entre las más antiguas del Condado y, a diferencia de los Condes, los Fadrique nunca las han abandonado. Esto ha hecho que aún se conserven viejas costumbres mal cristianizadas, de tiempos en que los godos llegaron originalmente a Hyspania; por supuesto, los Fadrique son cristianos viejos, pero nadie pregunta por qué siguen cantando viejas canciones y qué ocurre en sus criptas. Su castillo mediano ha sido capaz de aguantar numerosos asaltos de los árabes, y durante muchos años se decía que si caía La Fortaleza, caía con ella toda la cristiandad y nada detendría el ascenso de los árabes hacia tierras francesas.

La Casa Fadrique es orgullosa y poderosa pero, sobretodo, es una casa antigua y extraña a ojos de quienes pasan tiempo en sus tierras. Aun son frecuentes las armaduras de pieles o cubiertas de pieles entre sus caballeros, igual que muchos de ellos prefieren el uso del hacha de guerra a la espada. Sin embargo, la riqueza que proporciona sus vinos y la fuerza de sus famosas unidades de infantería pesada han hecho que pocos osen levantar la palabra al menos en presencia de su Señor Igor de Fadrique.


Se encuentra aliada con la Casa de Llach, del Condado de Huesca, fruto de las numerosas veces que se han tenido que defender frente a atacantes franceses.

La Casa Borgoña:
Bendita con las tierras más ricas del Condado, la Casa de Borgoña se beneficia del paso del Ebro a lo largo de todas sus tierras. A su lado quedan fértiles pastos, espacio para el cultivo de toda suerte de plantas y unos excelentes viñedos. Esta riqueza se transporta fácilmente en barcazas a lo largo del río, haciendo que el dinero fluya rápidamente de todo el norte de Hyspania hasta aquí. Esto no ha vuelto indolentes a los Borgoña que, desde la torre fortificada, gobiernan con habilidad e inteligencia sus tierras y con una mano en la Corte a las gentes.

Su Señor, Felipe de Borgoña es un hábil político y un caballero famoso; a sus treintaymuchos años se ha casado con la hermana menor de Manrique Valero, a la cual las leyendas dicen que se enamoraron y la rescató del loco de su hermano en una gesta que combinó por igual la gallardía con la espada y la habilidad en la corte; lo que es innegable es que él y María Valero se profesan un amor sin fisuras.

La Casa Borgoña se encuentra aliada con la Casa Valero.

La Casa Casteldragó:
Si alguien supone una amenaza para el Conde en su trono, esos son los Casteldragó. Hábiles políticos, su influencia se extiende ampliamente desde su antigua fortaleza, aprovechando el breve tramo del Ebro que cruza sus tierras. Sus tierras son famosas por el mercado que tiene lugar los lunes en el pueblo y que es capaz de atraer mercaderes y trovadores de toda la región.

Su Señor es Pere de Casteldragó, a menudo llamado "El de las Cien Mujeres" a sus espaldas no por el número de sus amantes sino porque sus seis descendientas son mujeres. Es un hombre inteligente y capaz, más hábil que valiente, y muy hogareño. Ha logrado forjar una alianza con la Casa Vallehermoso para casar a su heredera con el segundo hijo de aquella Casa, confiando en que eso le de las tropas necesarias para ser una fuerza aquí al norte.

La Casa Casteldragó se encuentra aliada con la Casa Bordell y enemistada con la Casa Jordán de Urriés.

La Casa Bordell:
La Casa Bordell posee unas buenas tierras y es, en cierta medida, todo lo que se espera de unos Cruilles: tranquilos, taimados, buenos negociadores y diplomáticos y excelentes duelistas. No son los más ricos ni los más influyentes, pero si que se han labrado una fama de dignos caballeros y gente de confianza, especialmente a través de las alianzas que han ido tejiendo en el tiempo.

La Casa gobierna desde su castillo pequeño, La Viga Verde, llamado así por cómo se han pintado todas las vigas del edificio. Su Señor Ernesto de Bordell es un caballero aún relativamente joven que apenas ha superado la treintena y que ya va mostrando tener habilidades tanto para el gobierno de la  Casa como para el comercio.

Esta Casa se halla aliada con la Casa Casteldragó y la Casa Vega (Alarcón).

Las Posesiones Eclesiásticas:
Al norte del Condado, entrando parcialmente en lo que fue territorio Valero, se encuentran unos enormes espacios posesión de la Orden del Císter. Hace mucho que fueron cedidos a la orden y ya nadie recuerda ni de quien eran ni por qué se entregaron. Un par de décadas atrás unos caballeros franceses encontraron unos papeles demostrando que eran originalmente suyos, pero una vez pasados a manos de la Iglesia ya nunca vuelven. Sin embargo, en buena medida este priorato se encuentra más centrado en la política frances que en la de Hyspania.

Conflictos Actuales del Condado:
En buena medida, el Condado de Zaragoza son tierras apacibles y sin demasiados conflictos. El hecho de que las tierras Alarcón al oeste estén en declive y que ellos se encuentren a la máxima distancia posible de su propio Duque hace que sean tierras relativamente tranquilas. Ni siquiera los franceses dan demasiados problemas, pues cualquier movimiento importante de tropas requiere del Paso dels Infants y el paso por Las Gemelas, protegido por la Casa Llach en el Condado de Huesca.


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