La tercera de las casas supervivientes a la invasión musulmana, los
Cruilles siempre han tenido espíritu aventurero. En tiempos de la
dominación árabe, se aprovecharon de la división interna de la Casa
Alarcón para arrebatarles parte de sus tierras norteñas, y forjaron vías
de comercio con Francia, alianzas que llevarían a las tropas francas a
defenderles en caso de que el avance enemigo continuase.
Pero
no avanzó, y finalmente se fraccionó en Taifas. Cuando la Casa
Jovellanos inició la Reconquista, los Cruilles lo hicieron a su vez con
mercenarios traídos del norte y pagados con sus amplias arcas.
Conquistaron muchas tierras, pero sobretodo se dedicaron a fortalecer
sus ciudades, potenciando sus economías y su comercio, y el diseño de
sus naves. Mientras sus guerreros avanzaban hacia el sur, sus
exploradores descubrían Baleares y las añadían a sus propiedades, y
establecían comercios con Francia, Italia, y más allá.
Sin
embargo, la Corona Jovellanos se perdió en luchas intestinas, y pasó a
manos Alarcón. Los Cruilles agradecieron el cambio, pues facilitaba su
acceso a la Corte, así como aseguraban un gobierno más fuerte y sólido. Y
con ello florecieron las ciudades, y se engrandecieron los Gremios. Así
como en las tierras de las demás Casas estos fueron controlados y
reducidos, los Cruilles potenciaron el desarrollo de los Gremios y sus
capacidades, y cobraron nuevos e importantes impuestos que llenaron sus
arcas en mayor medida.
Esa época de ascenso y gloria,
de ambiciones cada vez más desarrolladas y avanzadas, llegó a su fin
con el ascenso en poder y capacidad de la Casa de Alba, y el bloqueo de
la Casa Cruilles de su posibilidad de continuar avanzando hacia el sur
con lo que quedaba de la Reconquista. Es cierto que potenció el
comercio, pero llevó a conflictos entre ambas Casas. Al principio fueron
tensiones, creadas por la presión y la ambición y fuerza de los
miembros de la Casa sureña, luego se fueron extendiendo. Y el Rey
Alarcón era incapaz de intervenir.
Las escaramuzas se
convirtieron en batallas fronterizas para las cuales la fiereza Alba
era clave por mucho que la tranquilidad y capacidad Cruillés fuese más
que adecuado rival. Sin embargo, el ascenso de la Casa Medinaceli a la
Corona llevó a una directa intervención del Rey en el conflicto.
Juntaron a ambas partes y negociaron durante bastantes meses, pero
finalmente la solución llegó impuesta desde Toledo, y la Casa Cruilles
debió ceder a la Casa Olivares para que actuase como una zona neutra
entre Cruilles y Alba, bajo directa protección de la Corona. Eso acalló
los conflictos con el sur, al menos un tiempo, pero dio alas a la Casa
Musoles para planear su independencia.
Veinticinco años
después, la Casa Musoles declaró roto su vasallaje a la Casa Cruilles, y
proclamaron su independencia como Condado Soberano, vasallo
independiente de la Corona. Sus antiguos señores no tardaron en mandar
una flota a someter a los levantiscos, pero fracasaron frente a las
costas de Baleares ante la flota de sus levantiscos enemigos. Viendo una
oportunidad política de debilitar a la Casa Cruilles, la Corona aceptó
el vasallaje solicitado por el Condado Musoles, y esta se convirtió en
una Casa independiente aunque permaneció en su rango de Condado.
Desde
entonces, la Casa Cruilles planea. Consciente de que su periodo de
debilidad ha sido explotado a favor de reducir su capacidad, saben que
el futuro será clave para restaurar su poder. Son la Casa más rica, con
diferencia, de todas, y sus numerosos vínculos comerciales y alianzas
diplomáticas le dan una solidez poco comparable entre las demás. Aunque,
a menudo, también le causan escarnio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario