jueves, 9 de agosto de 2012

Personaje: Ernesto de Alarcón

Nacido un 12 de Enero de 1270 frío y con ligera nevada, el heredero de la Casa Alarcón estuvo marcado para la grandeza desde el principio. Desde pequeño, idolatró a su padre, Alfredo de Alarcón, y compartió su sueño de restaurar la Casa a la gloria perdida. Creció entre las lecciones sobre el honor y deber, lealtad y guerra que todos los miembros de su Casa deben aprender, y pronto fue quien de demostrar dominarlas.

Con ocho años fue enviado al Condado del Infantazgo y puesto bajo el cargo de la Casa Ramírez para actuar como Conde de esas tierras, tal como mantiene la tradición de la Casa. Allí fue educado en las formas de gobierno de las tierras, los giros de la política, y la importancia de las armas. Pero, sobretodo, fue educado en su derecho a reinar en Hyspania y hacerlo con justicia.

A los doce años fue prometido a Lucía de Jovellanos, con la que se casaría al poco de cumplir 18. Ya para entonces había tomado control completo de su Condado, y se había convertido en un soporte básico para el gobierno de su padre. se convirtió en un Conde respetado por sus vasallos, que lo veían como un señor duro pero justo, capaz de castigar con severidad a los que incumplían las leyes pero también de recompensar a quienes lo seguían con lealtad.

Al llegar el año 1290 tuvo su primer hijo, un varón. Para entonces su corte ya había ganado en importancia mucho, atrayendo a muchos caballeros jóvenes de las distintas Casas, ansiosos por labrarse un nombre al lado del que será el futuro Duque.

Aspecto: Ernesto es joven y vivaz, parecido a su padre cuando tenía su edad. Su pelo oscuro y su mirada firme observan el mundo desde su envidiable altura, construida sobre un marco sólido. Su gesto, sin embargo, suele ser duro y seco, y sus palabras poseen vitalidad pero van cargadas de una severidad notable. Su torso es amplio, aunque no llega a ser tan ancho como fue el de su padre, y su mentón es notable.

Status: 6, tanto por su posición como heredero de la Casa Alarcón, como su título de Conde del Infantazgo.

Personalidad: enérgico y vital, considera que es su deber restaurar la Casa Alarcón a la Corona. Sin embargo, considera que su padre fracasó en la tarea, y que es necesario emplear ahora métodos nuevos que  permitan tener éxito. Permanece centrado en ese objetivo, incluso aunque aparente hacer otras cosas, lo cual le da a su personalidad un aire magnético notable, pero que le ha llevado a mostrarse especialmente duro con aquellos que se interponen.

Virtud: decisión.

Vicio: crueldad.

Política:
Ernesto es ambicioso. Ha sido educado para algún día ser Rey y ha aprendido de los fracasos de su padre. Sabe que el status quo no va a cambiar por las buenas, ni siguiendo las formas ni las normas. Al contrario, hace falta dar un golpe sobre la mesa, y él está dispuesto a correr todos los riesgos que ello conlleva, arriesgando su posición y su herencia si hace falta.

Familia Relevante:
Lucía de Jovellanos es su esposa, de 20 años, es una mujer tranquila y callada, hija del Duque Manuel de Jovellanos. Es un matrimonion político, en el cual no hay amor.
Ataúlfo de Alarcón es su único hijo, y con 3 años, es un pequeño enérgico y curioso.

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