miércoles, 15 de agosto de 2012

Ley: Prohibición de Leer la Biblia

Desde hace más tiempo del que nadie recuerda, algunos sugieren que desde tiempos del derecho romano, se recoge en la legislatura la prohibición de cualquier miembro ajeno al clero de leer la Biblia. Esto se ve reforzado por el hecho de que esta sólo se encuentra en Latín, y de hecho traducirla también está prohibido.

Esto es así para reforzar el poder de la Iglesia, ya que sólo los miembros de la misma conocen realmente lo que dicen las Sagradas Escrituras y son los únicos que pueden interpretarlas adecuadamente. Esta es una base importante de su poder, reforzada por el hecho de que en numerosos Cónclaves a lo largo de la historia se hayan ido editando los libros que componen las Escrituras, e incluso los pasajes dentro de los mismos, para que transmitan mensajes "más claros" o "más cercanos a su verdadero sentido".

La pena por la lectura de estos libros o su reproducción en otros idiomas depende y varía, pero suele ser sangrienta y mortal en la mayoría de casos. Al fin y al cabo, los encargados de juzgarlo son los Tribunales del Santo Oficio, que consideran la lectura como un acto de herejía, lo cual implica tortura (el único método válido para la Iglesia de obtener una confesión verdadera) y la quema en la mayoría de los casos.

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