jueves, 26 de julio de 2012

Monasterios

En Hyspania, los monasterios suelen ser los edificios que administran las tierras que los rodean, normalmente regaladas a alguna de las órdenes religiosas por los nobles de la zona para expiar sus pecados. Estos edificios son, al mismo tiempo, centros agrícolas, gobiernos regionales, centros de recogimiento espiritual e incluso lugar de producción. Y, en los territorios donde existen, son enormemente importantes.

Dependiendo de lo peligrosa que fuera el área donde se instalaron, estos edificios pueden encontrarse más protegidos o menos. Lo normal es que carezcan de murallas o fosos de ningún tipo, pero no es infrecuente que los edificios en sí se encuentren fortificados y cuenten con paredes gruesas y resistentes a los ataques. Estos normalmente protegen únicamente al edificio principal, el monasterio en sí.

Este se organiza en torno a un patio central, cuadrado y con unos bordes techados, llamado claustro. Alrededor de este se reparten las diferentes zonas donde los monjes viven: el refectorio donde comen, los dormitorios, las salas del abad, las zonas comunes, cocinas y despensas. Especialmente importante es la sala capitular, donde los monjes se reúnen para debatir las cuestiones de importancia para el monasterio y sus vidas.

Alrededor del edificio del monasterio se suelen encontrar varios otros edificios. El principal, como es natural, es la iglesia, que normalmente no es parte del conjunto del monasterio menos que sean monasterios urbanos. En monasterios grandes también es frecuente encontrar el scriptorium, que es al mismo tiempo biblioteca y lugar donde se copian e iluminan los manuscritos. También es habitual encontrar centros de procesado de alimentos (como una vinatería) y otros elementos importantes para el comercio de la zona.

El monasterio más importante del Reino es el Monasterio de la Paz, regentado por la Orden Benedictina, y situado en las tierras de los Cruilles, cerca de la frontera con Francia. Este no sólo posee una considerable cantidad de tierras, sino que además es una maravilla arquitectónica. Comenzado a construir en el siglo IX, este monasterio se organiza no en torno a un claustro, sino en torno a dos, formando una especie de “8”. La estructura y construcción del primer claustro, el más antiguo, es de estilo románico, y se encuentra fuertemente fortificada para prevenir asaltos musulmanes y saqueos. Esta zona antigua es la que cuenta con una buena cantidad de áreas comunes, como son las zonas de rezo y el salón, así como la mayor parte de las celdas de los novicios y miembros jóvenes. Está poco iluminada debido a lo estrecho de las ventanas, y lo recio de las paredes, lo cual le da un aspecto un tanto lúgubre, y eso hace que a menudo se use menos de lo que se usase hace tiempo. También de estilo románico es la iglesia, de planta de cruz, construida a la derecha de la entrada antigua, y que es el lugar donde se ofician los ritos del monasterio; la única excepción a esto es el campanario, que fue reconstruido de modo gótico después de que el anterior ardiese durante una tormenta.

El claustro nuevo, comenzado a construir dos siglos después, es fruto del crecimiento en importancia y riqueza del monasterio, y fue el primer edificio gótico en completarse en Hyspania. Sus paredes altas y elegantes, los contrafuertes y demás, contrastan y dejan en la oscuridad al otro claustro. Alrededor de este se disponen las áreas comunes de los miembros de más influencia y poder del monasterio, desde el abad, hasta muchos de los miembros con más veteranía, que duermen, comen y viven en este área. La nueva sala capitular se encuentra aquí, cerca de la puerta nueva que está presidida por un enorme rosetón, y no sólo es confortable sino que incluso es bastante lujosa. Lo cual se extiende a la mayor parte de las habitaciones privadas y salas de esta zona.

A la izquierda del área nueva, y del mismo estilo arquitectónico de esta, se encuentra el scriptorium. Este es un edificio alargado y recto de dos plantas, de altas paredes blanquecinas y enormes ventanales, construido sobre los cimientos del edificio anterior que era mucho más modesto. La planta baja del mismo contiene la biblioteca donde se atesoran los libros del monasterio, mientras que en la alta se encuentran los atriles donde los monjes aprovechan la luz del día para transcribir libros. Estos tienen un gran renombre en Hyspania y más allá, y son la fuente principal de ingresos del monasterio junto con la agricultura.

Otros dos edificios completan el monasterio: un silo donde guardar los alimentos y un pequeño edificio donde los monjes (normalmente el abad) administra la justicia en las tierras que lo rodean.

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