En
Hyspania no es frecuente que los castillos se conquisten al asalto
nada más llegar a ellos. Aunque eso puede ocurrir, especialmente
cuando los tamaños de ambos ejércitos son muy dispares, si el
defensor ha sido derrotado ya previamente en batalla en campo
abierto, o si el castillo es pequeño y débil, no lo hace a menudo.
Por
el contrario, lo habitual es que el ejército atacante monte un
campamento alrededor de la fortaleza, y se organice un asedio.
Durante este, el ejército atacante trata de bloquear todo acceso al
castillo desde el exterior, eliminando la entrada de comida y agua,
mientras en el interior se trata de racionar lo que existe de modo
que se aguante. Ambos bandos, debidos a las condiciones de
hacinamiento, el envenenamiento de pozos y demás, aguantan en la
medida que pueden, mientras enfermedades, hambre y plagas proceden a
hacer mella sobre ambos ejércitos. Hasta que, finalmente, las
condiciones obligan a uno de los dos bandos a capitular (normalmente
el defensor) o está tan debilitado que la conquista se hace con
muchos menores problemas.
En
el caso del defensor, la cantidad de tiempo que puede aguantar
depende, directamente, de la Población de su Casa que quiera salvar,
así como del tamaño del castillo. Por cada punto que una Casa tenga
en Defensas, puede refugiar a 1 punto de Población durante 3 meses.
A partir de aquí, comenzaría el proceso de daño. Por cada 5 puntos
de Población en exceso que refugie, el proceso de daño comenzaría
un mes antes, y por cada 5 puntos de Defensa que sobren por encima de
la población, el proceso comenzaría un mes después. La única
forma de incrementar esto es mediante el edificio de silos.
Así, un castillo grande que refugie a poca población puede aguantar
mucho más tiempo que un castillo pequeño que sirva de refugio para
mucha población, ya que puede almacenar muchos más víveres, la
población estará menos hacinada, probablemente tenga depósitos de
agua internos, etc.
En
el caso del atacante, el proceso depende directamente de las Tierras
de la Casa defensora, y del tamaño del Poder del ejército atacante.
En principio, la ecuación es la misma que la anterior, sustituyendo
Tierras por Defensas, y Poder por Población. En lugar de los silos,
el edificio que aumenta la duración del asedio son los suministradores.
Así pues, unas tierras grandes pueden ser saqueadas durante más
tiempo, alimentando a un ejército mayor. Sin embargo, los atacantes
si tienen acceso a los recursos de más allá, de modo que pueden
suministrarse durante más tiempo. Por ello, por cada 2 puntos de
Tierras que la propia Casa posea, podrá sumar 1 al contador de
Tierras de la Casa atacada, de modo que se suministren. Y por cada
punto de Riquezas quemado de la Casa atacante, podrá sumar 5 al
contador (cosa que se puede hacer en cualquier momento), de modo que
los mercaderes abastezcan al ejército.
Cuando
el tiempo en que cualquiera de los dos bandos ha superado el tiempo
que puede permanecer, perderán 1 punto de Poder por cada diez días
de asedio. Este punto se modificará instantáneamente en la Casa, y
si hay que modificar el ejército, sólo podrá hacerse a base de
reducir la experiencia de las unidades (representando las bajas y
deserciones por peste y hambre) o incluso desbandarlas. Esta pérdida
es permanente. A mayores, en el caso del defensor, verá reducido su
bono de defensa del Castillo en 1/4 por cada mes pasado por encima,
para representar la menor voluntad de los defensores para vigilar y
mantener las murallas controladas. Independientemente de todo lo
demás, al 4º mes en que se sufran las bajas por nivel de daño, el
ejército se rendirá si es el defensor, y el atacante deberá elegir
entre lanzar un ataque a la desesperada o retirarse.
Junto
a esto, normalmente ambos ejércitos emplean este tiempo para
preparar las defensas y su conquista. Especialmente el atacante,
comienzan a construir los dispositivos que permitan tomar/defender la
fortaleza cuando llegue la batalla. Así, los atacantes construyen
escalas, arietes, catapultas, y demás equipo de asedio, mientras los
defensores (si disponen de los medios) preparan calderos con brea,
antorchas para incendiar flechas, y demás artilugios defensivos.
A
discreción del narrador, especialmente en el caso de defensas, por
cada mes de asedio, ambos bandos reciben 1 punto de Riqueza que sólo
puede ser dedicado a la compra de equipo de asedio. El cual se usará
en el ataque o defensa del castillo, y se perderá tras el mismo.
Independientemente
del resultado del asedio, la Casa invadida perderá 1 punto de
riquezas por cada mes completo de ocupación, para representar los
daños que supone el saqueo de sus tierras para alimentar a las
tropas atacantes y construir equipo de guerra.
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